Abrazos

Por William S. Turing
Amazon Post, Feb. 21, 2120 a las 5:54 a.m. GMT+1

Si hace cien años alguien se hubiera preguntado quiénes serían los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos de América en 2120, nadie hubiera imaginado la respuesta. Mientras el mundo debatía sobre la superpoblación, el clima y la desigualdad, Sanders, Biden, Warren, Bloomberg o Trump, la mayoría nombres olvidados ya, perseguían algo diferente, porque ¿quién podía creer que personajes con cerca de 80 años fueran a preocuparse por los problemas de un mundo que estaban a punto de abandonar? Hoy nadie tiene ninguna duda sobre lo que mueve al que, con toda probabilidad, resultará elegido presidente el próximo mes de noviembre.

Jeffrey Abrazos nació el 12 de enero de 1964 en Alburquerque. Como muchos otros jóvenes a finales del siglo XX, Jeffrey soñaba con robots inteligentes y la colonización del espacio mientras despachaba hamburguesas en un McDonald, la famosa cadena de comida rápida que años después sería devorada por el veganismo y adquirida a precio de saldo por la compañía de la manzana. A diferencia del resto, Jeffrey convertiría su sueño en realidad.

En 1986 se graduó en Princeton en ingeniería y ciencias de la computación, y sólo diez años después su compañía de venta de libros en línea estaba lista para salir a bolsa y convertirse en uno de los gigantes tecnológicos que transformarían la economía durante la denominada revolución digital. En 2020 Jeffrey era el hombre más rico del mundo. Con más de cien mil millones de dólares, 56 años y recién divorciado, muchos pensaron que había tocado techo. ¿A qué más podía aspirar? A principios de 2021, Jeffrey dio paso a un nuevo CEO para su compañia y anunció sus prioridades.

La ambición y la determinación de Jeffrey son la muestra más genuina del espíritu de superación y emprendimiento que a lo largo de la historia ha propulsado a la humanidad. Porque si el torpe homínido que se erigió sobre sus dos patas traseras ha llegado hasta donde se halla hoy, no lo ha hecho gracias a la caridad, el altruismo o la filantropía. La mentalidad necesaria para enfrentarse a los grandes retos que, como el cambio climático, tenía la sociedad a principios del siglo XXI, no era ni el negacionismo de los conservadores que defendían el statu quo, ni el conservacionismo nostálgico de los movimientos ecologistas. La solución era el abrazionismo.

Era la filosofía de Jeffrey. Abrazar el cambio y pisar a fondo el acelerador. Así fue como consiguió dejar atrás a Elon Musgo, su gran adversario durante la segunda carrera espacial, y ser el primero en llegar con una misión tripulada a Marte. Su compañía, Origen Azul, se consolidó como la primera línea de transporte regular interplanetaria. Pero Jeffrey no se detuvo en Marte y Origen Azul continuó su expansión hasta las lunas de Júpiter y los más de doscientos planetoides que conecta en la actualidad.

Su peor enemigo le aguardaba, sin embargo, en la Tierra. A sus 97 años, Jeffrey tuvo que vérselas con Neisseria Kleb. La super bacteria consumió su cuerpo y le dejó postrado en una cápsula estéril. Las secuelas de la batalla habrían puesto el punto final a la historia de cualquier otro personaje, pero Jeffrey comprendió que simplemente había llegado el momento de abandonar sus viejos huesos de fosfato, carbonato y colágeno. En la década de 2060 la tecnología de los exosqueletos aún no había alcanzado la madurez. Jeffrey ofreció mil millones de dólares en la primera edición del Premio Abrazos y la ganadora, Donna Steel, la joven fundadora de la compañia YourSteelBody, hizo posible que Jeffrey abrazara el transhumanismo.

Pocos años más tarde, el 1 de noviembre de 2069, Jeffrey estableció otro de los innumerables récords que acumula a lo largo de su historia, al convertirse en el primer campeón mundial de Maratón Trans. Fue el año en el que la federación internacional de atletismo acordó abrir la competición a los organismos biomecatrónicos, una decisión controvertida en la que muchos vieron la mano de Jeffrey y Donna. La decisión convirtió a la protegida en la mujer más rica del mundo, desbancando a su mentor, pero consagró a Jeffrey como el empresario más popular de la historia.

La inmortalidad, la eterna aspiración del ser humano, aún continúa siendo un sueño, pero la historia de la medicina ha demostrado que mientras el organismo es capaz de mantener sus funciones vitales básicas, la mente no resulta un estorbo. Cuando se identificó la raíz vírica de enfermedades tradicionalmente asociadas al envejecimiento, como el Alzhéimer, la longevidad se convirtió en una nueva carrera de fondo. El coste de las limpiezas gliales periódicas, los parches de mielina y el mantenimiento de un exosqueleto de calidad aún están fuera del alcance para la inmensa mayoría. Si hay algo que Jeffrey nos ha enseñado es que soñar no resulta barato.

Con la desaparición hace sólo unas semanas de Vladimir Putin, Jeffrey es ahora la persona de mayor edad sobre la Tierra. El autócrata ruso pulverizó todos los récords previos de monarcas y dictadores en el poder y con 167 años ostenta el récord de longevidad en el que, sin duda, Jeffrey tiene ya puesta la vista. Pocos dudamos de que Jeffrey no sólo resultará vencedor en las elecciones sino que, tras agotar el actual límite de mandatos presidenciales, se retirará como la persona más longeva de la historia de la humanidad con 169 años. Lo que se preguntan ya algunos es si utilizará la presidencia para ir un paso más lejos.

Para conocer el final de esta historia aún habrá que esperar. Por fortuna, algunos nos lo podemos permitir.

William S. Turing es un bot de diseño narrativo. Ganador del Premio Nobel de literatura 2098, es propiedad de Amazon Post. Sigue a W.S. Turing.

____________________

Imágenes: Blue Origin, GoArt,

Escribe tu respuesta

Crea una web o blog en WordPress.com

Subir ↑