Memorias de un dragón no es una novela de fantasía sobre dragones que echan fuego por la boca. En Memorias de un dragón no hay un dragón… En realidad, hay dos.

Un experimentado ejecutivo recibe una oferta para liderar un ambicioso proyecto amparado por la Comisión Europea. Estados Unidos, China y los «Canes» compiten agresivamente por el dominio de tecnologías clave para el desarrollo de la biología sintética y el control de la información. Pero Europa aún tiene una opción para hacer triunfar su modelo de sociedad. Eric Steel sabe que tendrá que hacer frente a dificultades posiblemente insalvables y que no podrá compartirlo con nadie. Pero es una persona de recursos y se da cuenta de que no tiene otra opción. Porque lo que está en juego es mucho más que la competitividad de la economía europea. Es la forma de entender el progreso y el futuro de la humanidad.

A través de las memorias de Eric llegarás a vislumbrar lo que se oculta tras el marketing y la publicidad de los grandes proyectos de tecnología, el proceso de toma de decisiones críticas y cómo ocurren, en realidad, el desarrollo tecnológico y la innovación. Aunque nadie llegará a tener jamás la certeza, porque un calculado velo de indeterminación es un elemento esencial del diseño del proyecto que Eric concibe para llevar adelante su misión imposible.

En Memorias de un dragón nos preguntamos ¿es posible mejorar nuestra inteligencia colectiva? El cuento plantea un escenario de futuro posible. Nuevas opciones tecnológicas para viejos debates filosóficos. Con casi total seguridad, no ocurrirá exactamente así, pero ocurrirá. Ya está ocurriendo…

Tras los pasos del Homo Sapiens 2.0, una reseña de Vero Monroy:

Un alto ejecutivo se mueve por las «aguas», a veces turbulentas (y muchas veces turbias) de las empresas tecnológicas. En concreto, aquellas que se dedican al control de la información y a la biología sintética. Dos aspectos que, por cierto, unidos podrían resultar altamente cuestionables.

Cualquier lector, como yo, que no tenga mucha idea de ciertos contextos o entornos, se sentirá intrigado y no podrá evitar una sensación de alarma al pensar que es probable que no seamos tan libres como creemos. Algo que, en la actualidad, seguro que muchos han llegado a plantearse. Esta obra nos hace cuestionarnos hasta qué punto es capaz de llegar «el progreso».

El talento del rebaño, una reseña de Paco Traver.

El gran problema de la humanidad es que tenemos emociones paleolíticas, instituciones medievales y tecnología de dioses (E. O. Wilson). Hemos sido capaces de mejorar la vida de nuestros conciudadanos pero hemos avanzado poco desde el punto de vista emocional, moral e institucional. Jariego aborda este problema en su libro de ficción situándose en un escenario futuro aunque próximo. El objetivo es mejorar la inteligencia colectiva. ¿Cómo mejorar esta inteligencia si ya han fracasado nuestras buenas intenciones relativas a la educación en la que fiamos todo este potencial y que ha terminado por decepcionarnos en aquella idea llamada “la pizarra en blanco” que nos hizo suponer que a través de la educación podríamos mejorar el CI y el destino de gran parte de la población?

Complejidad e inteligencia colectiva, sobre la motivación de la obra.

Memorias de un dragón no es una novela de fantasía sobre dragones que echan fuego por la boca. En Memorias de un dragón no hay un dragón… Hay dos.

El dibujo de la portada es de Daniela Cadenas Pacinelli