En el prólogo de «Last and First Men»(1), dice Olaf Stapledon:
Esto no es una obra de ficción. He intentado inventar una historia que pueda verse como un posible, o al menos no completamente imposible, relato del futuro de la humanidad (…)
[Mi] objetivo no es solo crear una obra de ficción estéticamente admirable. Lo que necesitamos no es mera historia, ni mera ficción, sino un mito. El verdadero mito es aquel que, dentro del universo de una determinada cultura (viva o muerta), expresa de manera rica, y a menudo quizás trágica, las más altas aspiraciones posibles dentro de esa cultura.
Olaf Stapledon, «Last and First Men» (mi traducción)
«Nosotros, los últimos humanos, deseamos comunicarnos sinceramente con vosotros»
Existe una íntima relación entre la mitología y la ciencia ficción. Muchas historias de ciencia ficción recrean y, en algunos casos, intentan racionalizar narrativas de la mitología tradicional. No puede ser mera coincidencia que en la que muchos consideran la primera obra de la ciencia ficción moderna, Mary Shelley recurra muy deliberadamente al mito para ubicar a su propia creación, Frankenstein, como el moderno Prometeo. Otro ejemplo citado a menudo es el de los extraterrestres que vienen a tutelar a la especie humana en «Childhood’s End» (El fin de la infancia) a los que Arthur C. Clarke dibuja, con sarcástica ironía, con el rabo y los cuernos del diablo. La novela comenzó con el cuento «Guardian Angel» (traducido como Ángel Guardián, pero que más oportunamente sería «el ángel de la guarda»).
John Clute piensa que la creencia generalizada de que la ciencia ficción es una forma de mitología moderna, está equivocada, y cita a James Blish cuando señala que el mito suele ser «estático y finalista en su intención y, por lo tanto, completamente contrario al espíritu de la ciencia ficción, que asume el cambio continuo».
Thomas Lombardo, sin embargo, cree que la ciencia ficción es la forma contemporánea más visible e influyente de pensamiento futurista, y que puede y debe verse como la mitología del futuro. Para ello debe ir más allá de los mitos tradicionales que, efectivamente, están basados en una forma de pensar ya superada.
El método científico y la idea de progreso que emana de las ideas de la ilustración, suponen una ruptura con los estándares de pensamiento del pasado y soportan la idea de concebir futuros posibles muy diferentes del presente. La ciencia ficción, informada por la ciencia y el pensamiento contemporáneo, debe proporcionarnos historias que den sentido al futuro y una dirección a la humanidad. La ciencia ficción debe inspirarnos, como lo hizo el mito antiguo, pero basando sus visiones en ideas y estándares contemporáneos.
Resulta curioso que Lombardo, en la introducción de su obra «Comtemporary Futurist Thought and Science Fiction», utilice el mismo (algo tópico) argumento a favor de la ciencia ficción que utiliza Dominic Cummings, el visionario y controvertido ideólogo del brexit, a favor de un nuevo modelo de educación:
La ciencia ficción sintetiza los enfoques racionalista secular y romántico mitológico sobre el futuro, las mentalidades dionisíaca y apolínea.
Thomas Lombardo, «Contemporary Futurist Thought» (mi traducción)
Cuando nos obligamos a mirar fija y críticamente a la realidad que nos rodea, muchos vemos lo mismo. Sin embargo, qué diferente puede ser nuestra idea de cuál debe ser el siguiente paso.
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(1) Traducido como «La última y (la) primera humanidad» 😉
Video: Tráiler de Last And First Men, que se ha presentado en el festival internacional de cine de Berlín 2020, dos años después de la muerte del compositor de la banda sonora Jóhann Jóhannsson.
Imagen: Charles Dance, Karellen en Childhood’s End (2015)
Alienímagina 